Angélica Ayala
Funcionaria cultural en Jalapa, Veracruz
24 de enero de 2004
Hola Víctor, por fin aquí te mando las líneas sobre tu expo.
PD. Gracias por la invitación UnO a UnO
y Saludos a Mónica
aaa y al rato te mando la foto
UnO a UnO, desmenuzó la experiencia estética, alimentando recorridos invisibles que generaron triángulos amorosos. Finas líneas desdibujaron las fronteras deslizantes entre el objeto-sujeto, sujetoanfitrión-sujetohuésped, y de mí como sujet(a) a planos urbanos que maquillaron el espacio.
Algunos de los planos empotrados en esquinas tenían la apariencia de un conjunto de colores atrapados por un marco de madera, el cual los contenía, para que no se desbordaran en el espacio.
Diagonales, puntos y líneas rectas intervinieron la sala de exhibición, la cual estaba dividida por una pintura finamente suspendido de dos paredes, sin embargo, la pintura se desbordó, rebosante de colores se proyectó a manera de sombra en el suelo.
Al recorrer con la mirada la pintura que dividía la sala, caí en cuenta que de repente el día se convirtió en noche y la fuerza colorística de la pintura suspendida en el espacio, se colapsó y los grises aparecieron tanto en la pared como en el suelo, comenzando a maquillar la sala. Lugar en el que se expandieron las fronteras, no solo entre la obra y el espacio que habitaba sino también se removieron los convencionales bordes que separan al UnO que crea la obra, del UnO que es espectador y de la UnA otra que es la obra.
Angélica Ayala